Meditation
1.
El mundo no es como te lo explican.
Es mucho más hermoso.
Desde tiempos inmemoriales, nuestras hermanas y hermanos del universo han estado acompañando nuestro desarrollo y ayudando a la humanidad en la tierra.
Ahora Dios ha decidido despertar a la humanidad para dejarnos clara nuestra responsabilidad hacia la creación.
En el futuro no habrá más naciones, Dios nos hace ver que todos somos hijos de una sola tierra.
Dios da al mundo entero amor, paz, libertad y verdad.
2.
No creamos lo que se supone que debemos creer, sino que creamos lo que experimentamos personalmente y nosotros mismos. Las experiencias ajenas -si las reconocemos como nuestra verdad- nos despojan de nuestra propia personalidad (aunque el ego sea una ilusión y no tenga permanencia) y nos hacen dependientes. Dios no quiere vernos esclavizados, sino libres. No debemos abrirnos a la mentira de que existe un infierno en el que somos castigados por nuestros actos. Los que quieren hacernos creer que hay un infierno, no saben o quieren atar nuestro espíritu y mantenernos dependientes. El infierno no existe. Dios ama y ESTÁ en todo, por lo tanto también en nosotros. La "retribución" -sea buena o mala- surge sólo a través de la ley kármica, la ley del devenir, de causa y efecto. En las vidas futuras "expiamos" nuestras malas acciones y las buenas son recompensadas. Esto no es un castigo, sino el proceso de aprendizaje. Nunca es demasiado tarde para arrepentirse. La reencarnación es un componente de la vida eterna. Como el cosmos conoce las exigencias de la prueba de la reencarnación, ésta existirá en el futuro. Todos aspiramos simplemente a la luz de Dios, sin pesadez y sin esfuerzo, pero a través del trabajo. No estamos "por casualidad" en el aquí y ahora. No existe la casualidad. Las estrellas nos enseñan que ahora comienza la era del Espíritu Santo. Para todos y todas. Sólo el amor, la gracia y la misericordia se aplican de eternidad a eternidad. Estamos ciegos, aunque podríamos ver.
No creamos lo que se supone que debemos creer, sino que creamos lo que experimentamos personalmente y nosotros mismos. Las experiencias ajenas -si las reconocemos como nuestra verdad- nos despojan de nuestra propia personalidad (aunque el ego sea una ilusión y no tenga permanencia) y nos hacen dependientes. Dios no quiere vernos esclavizados, sino libres. No debemos abrirnos a la mentira de que existe un infierno en el que somos castigados por nuestros actos. Los que quieren hacernos creer que hay un infierno, no saben o quieren atar nuestro espíritu y mantenernos dependientes. El infierno no existe. Dios ama y ESTÁ en todo, por lo tanto también en nosotros. La "retribución" -sea buena o mala- surge sólo a través de la ley kármica, la ley del devenir, de causa y efecto. En las vidas futuras "expiamos" nuestras malas acciones y las buenas son recompensadas. Esto no es un castigo, sino el proceso de aprendizaje. Nunca es demasiado tarde para arrepentirse. La reencarnación es un componente de la vida eterna. Como el cosmos conoce las exigencias de la prueba de la reencarnación, ésta existirá en el futuro. Todos aspiramos simplemente a la luz de Dios, sin pesadez y sin esfuerzo, pero a través del trabajo. No estamos "por casualidad" en el aquí y ahora. No existe la casualidad. Las estrellas nos enseñan que ahora comienza la era del Espíritu Santo. Para todos y todas. Sólo el amor, la gracia y la misericordia se aplican de eternidad a eternidad. Estamos ciegos, aunque podríamos ver.
3. Meditación de autoprogramación
Busco refugio con todos los Budas y Bodhisattvas y les ofrezco mi paz. Elijo pensamientos amorosos y pacíficos y así puedo percibir un entorno amoroso y pacífico. El perdón es la clave de la felicidad. La verdad más elevada es el amor y la sabiduría más elevada es la paz que le es inherente. La paz y el amor deben llenar a todos los seres sintientes y llevarnos a la armonía con nosotros mismos. Yo camino por el sendero de la luz y no me molesto, incluso cuando toda la vida está sufriendo. No hay negatividad, sólo equilibrio. Recorro el camino del medio y camino el noble óctuple sendero. La armonía del ser me permite percibir las dimensiones superiores. Me transformo pensando, sintiendo y siendo paz y amor. Mi ser superior me guía y me lleva a la luz. Me arrepiento de mis pensamientos y acciones que fueron creados en mí por la ignorancia. Sigo el camino de la verdad y confieso. La autoconquista y la paz son una sola cosa. El engaño surge a través de la ignorancia de la verdad y se supera a través del amor. Yo soy.
4.
Buda Gautama Siddharta Shakyamuni enseña que una visión correcta se forma con la voz de otro y con el propio reflejo. Por lo tanto, es posible cambiar la propia conciencia y por eso debemos abordar esto. Quien quiera experimentar el amor y la paz debe saber que es la propia forma de ver las cosas, el propio punto de vista, lo que permite percibir el mundo de forma pacífica. Esto no significa que uno no perciba o niegue los conflictos bélicos, la contaminación ambiental u otros sufrimientos, pero si uno cambia su perspectiva al respecto, la percepción también cambia. Una visión más elevada de las cosas puede lograrse mediante ejercicios de contemplación, que implican una concentración en el propio yo. La superación de la ilusión del ego -al darse cuenta de que la vida significa cambio y que todos estamos en un estado constante de cambio- es el punto de partida de la meditación. El yo reconocedor puede así superarse a sí mismo al comprender que estamos hechos de cambio y que estamos sujetos a los procesos que causan este cambio. La causa del sufrimiento, enseña el Sublime, es la sed: el deseo de vivir. Ésta desencadena una serie de procesos que hacen que todos los seres sintientes experimenten sufrimiento. Sólo un tercio del sufrimiento en el universo es necesario para mantenerlo, dos tercios son autoinducidos. Una mónada mental, que surge y muere en proporciones variables (estando por tanto sujeta a cambios) puede describirse con la fórmula de surgir en dependencia (pratitya-samutpada, Skrt.). Esta fórmula del nexo causal se expresa en su forma más sucinta: A través de (1) la ignorancia como precondición, (2) surgen las fuerzas motrices, a través de las fuerzas motrices (3) una conciencia, a través de una conciencia (4) una individualidad espiritual-corporal, a través de una individualidad (5) los seis sentidos, a través de los seis sentidos (6) el tacto, a través del tacto (7) la sensación a través de la sensación (8) la sed, a través de la sed (9) el deseo de vivir, a través del deseo de vivir (10) el devenir kármico, a través del devenir (11) el renacimiento, a través del renacimiento (12) el envejecimiento, el morir, la pena, el lamento, el sufrimiento, el dolor y la desesperación [últimos dos párrafos: Prof. Helmuth von Glasenapp, "Las cinco religiones del mundo", Bertelsmann, Eugen Diederichs Verlag, 1963, 1991]
Que reflexionemos y meditemos sobre ello.
