Galáctica
Mando
Las dos estaciones espaciales extraterrestres, situadas en órbitas alrededor de la Tierra, eluden nuestra percepción visual mediante un escudo de camuflaje. Este escudo de camuflaje funciona según el principio de refracción de la luz y aprovecha el hecho de que el ojo humano sólo puede detectar una pequeña parte del espectro de frecuencias existente (la luz visible para nosotros tiene un espectro de frecuencias de unos 400 - 700 nm). Si se penetra en el escudo, se reconoce que la coloración de la mayor de las dos estaciones, la llamada Comandancia de Ashtar, se mantiene de color negro brillante en su diseño exterior, intercalado con numerosos puntos de luz blanco-amarillentos que representan entradas, salidas y ventanas. Por el momento no puedo describir la forma exterior general del Comando Ashtar, porque no pude ver la estación desde una distancia suficiente debido al escudo.
El tamaño relativo del Comando Ashtar da al visitante una sensación de confianza y seguridad, lo que no es habitual en el espacio cuando se ha salido del alcance energético del planeta de origen. El alma se "acopla", incluso antes de que la nave espacial haya aterrizado. Aunque el conocimiento y el sentimiento sobre la incrustación de nuestras almas en el universo nos hace sentir una familiaridad básica en el espacio interestelar, el alma anhela un "lugar de aterrizaje". Este sentimiento es comparable a la nostalgia terrestre.
A diferencia de estos satélites artificiales que acompañan a la Tierra, el mando galáctico no está ligado a un planeta. Y el Comando Galáctico es una -en comparación con el ya relativamente grande Comando Ashtar- enorme isla espacial. Situada en medio del espacio interestelar, sin ningún sistema solar en particular en las inmediaciones - y sin embargo situada en una zona de nuestra Vía Láctea con un número de estrellas superior a la media. La majestuosa magia que emana de la estación al acercarse a este coloso -que descansa en el espacio incrustado en el negro terciopelo estrellado del espacio- es impresionante. La sensación que uno siente al contemplar esta estación quizá pueda describirse mejor con una combinación de verdad, seriedad solemne, alegría y al mismo tiempo ligereza y gratitud. En resumen, corresponde al sentimiento que siento en mi interior bajo el término humildad.
La humildad y el conocimiento son hermanos de la verdad. El estado de un alma que siente su vida se caracteriza entonces por la "alerta".
Este oasis estelar, el Comando Galáctico, que fue creado en una alianza de representantes de las más diversas razas y pueblos de nuestra Vía Láctea consta de seis unidades físicamente similares, que juntas están dispuestas en forma de anillo.
Cada una de las unidades representa un cilindro alargado que se estrecha hacia los extremos y que está formado en el centro respectivo por varias cuentas anulares en crecimiento. Las dimensiones físicas de cada una de las seis torres son de varios cientos de kilómetros de longitud y más de 200 kilómetros de anchura en el punto más ancho de la cuenta anular central. Los cilindros individuales no están conectados físicamente (mediante puntales o similares). Los viajes entre las torres individuales se realizan, por un lado, mediante naves espaciales y, por otro, a través de dispositivos de teletransporte: transmisores. El revestimiento exterior de cada torre consiste en una aleación desconocida para mí, que brilla con un color verde metálico.
En general, los límites exteriores de cada torre no se mantienen estrictamente rectangulares, sino que son redondeados. Este es un hecho interesante, considerando la realidad terrestre, por ejemplo, de las pirámides en este planeta, que fueron construidas en todo el mundo en innumerables formas por ángulos exactos. Los efectos energéticos de los fenómenos físicos (formaciones) en un planeta como el nuestro por un lado - y por otro lado en medio del espacio interestelar - representan una expresión de ese conocimiento universal de la sabiduría de las formaciones como expresión del alfa y omega de la verdad de Dios.
"Emancipate de la esclavitud mental" Bob Marley, Redemption Song
¡Esto está muy lejos, tío!" Chong
